Este proyecto ubicado en el Barrio La Gaitana, localidad de Suba, fue construido por la Secretaría de Educación Distrital durante la alcaldía de Antanas Mokcus y fue pionero en el proceso de recuperación de la calidad de la arquitectura escolar en Bogotá. Para lograr el mayor aprovechamiento de un área limitada se propuso una solución en tres niveles. La forma del lote sus limitantes de espacio implicó orientaciones que no fueron óptimas, pero esta exposición al sol se resolvió con el uso de parasoles horizontales y con una fina persiana de hierro que filtra el sol. Esta solución permitió garantizar una excelente iluminación con ventanales de piso a techo que a la vez proporcionan una sensación de libertad completamente contraria al encierro que caracterizó por años las aulas escolares. El gran aporte de los parasoles de fachada es que reflejan la luz natural en el costado del corredor de las aulas, equilibrando la entrada de luz en los espacios.

Los materiales de construcción escogidos por los diseñadores -concreto y ladrillo- se han dejado a la vista sin enchapes ni revoques, exponiendo su función de una manera limpia y clara. Los cerramientos en ladrillo limpio acentúan la horizontalidad del edificio con dilataciones a manera de almohadillar propias de la arquitectura del neoclásico y del estilo republicano. Incluso infraestructuras como los bajantes de aguas lluvias fueron dejados a la vista con la intención de reforzar aspectos rítmicos de la fachada, pero a su vez esa exposición facilita su mantenimiento. Todos los materiales empleados son recurrentes en las edificaciones del entorno inmediato y el Colegio La Gaitana los honra en su nobleza.