TESIS DOCTORAL: UNA CLAVE HACIA LA SOSTENIBILIDAD DEL PAISAJE CULTURAL CAFETERO: LA CONQUISTA DE AUTONOMÍA DE PARTE DE SUS SOCIEDADES CAMPESINAS. AUTOR: RICARDO HINCAPIÉ
De conformidad con lo planteado por la Convención Europea del Paisaje según la cual el paisaje lo hace la gente que lo habita y sus valores son el resultado de las interacciones entre factores humanos y el mundo natural, esta Tesis Doctoral centra su estudio en las prácticas económicas, sociales, culturales, ambientales y políticas de una organización comunitaria Serraniagua[1] que tomamos como caso de estudio; las cuales, al propender por asegurarle a las poblaciones campesinas bajo su influencia, la recuperación del control de sus propias vidas y de los territorios en que residen —y que agrupamos en esta investigación bajo la noción de prácticas de autonomía— creemos son las que pueden permitir su sostenibilidad. Este territorio comprende la Serranía de los Paraguas dentro de la cual se localiza el municipio de El Cairo parte de cuyas áreas han sido incluidas en las listas de Patrimonio Mundial por la UNESCO.
De estos ejercicios de autonomía encontramos ejemplos muy valiosos, en respuesta a exigencias muy diversas de las actuales, en la historia de las gentes de estos territorios: exploramos sus antecedentes en los procesos de colonización y poblamiento de tierras vírgenes por parte estos campesinos que sin apoyo estatal, en condiciones de aislamiento y sin más recursos que los que podrían procúrales sus vínculos comunitarios, les permitieron sortear con éxito enormes dificultades y construir, durante el proceso de establecimiento de tenencias y de la fundación de un poblado, los rasgos fundaméntales de una cultura caracterizada por sus importantes valores materiales e inmateriales.
A continuación, pasamos revista a los sucesos acaecidos entre los años 50 y 70 en los que la vida de los campesinos en estos territorios experimento un profundo proceso de involución. La conocida en Colombia como la Violencia, que inicia en la década de los 50, produjo grandes desplazamientos de población tanto urbana como rural; la solidaridad, la amistad, los propósitos comunes, la ayuda mutua de los años de la colonización, dieron paso a la desconfianza, a la delación, a la prevención, al miedo. Proceso de desarticulación y desmembramiento de los vínculos sociales que será continuado, a partir de los años 70, por los modelos intensivos de cultivo impulsados por la Federación de Cafeteros basados en subsidios energéticos derivados del petróleo, la llamada Revolución Verde que produjo formas de despojo más sofisticadas del campesinado, al desarticular sus prácticas y sus saberes y al ocasionar graves daños medioambientales.
Seguidamente, nos detenemos en el trabajo que desde hace un poco más de 21 años adelanta Serraniagua en pro de la autonomía de las gentes que habitan estos territorios, búsqueda frágil, incesante, nunca definitiva (que se concreta en los esfuerzos de una extensa red de organizaciones sociales que opera bajo la coordinación de Serraniagua y que cuenta con la colaboración de prestigiosas organizaciones ambientales internacionales), por promover entre los campesinos relaciones fundadas en el respeto y la reciprocidad con la diversidad, con la diferencia, incluyendo la de la propia naturaleza.
Finalmente situamos la labor de esta organización en la actual coyuntura que atraviesa Colombia signada por un modelo de desarrollo que, al servicio de minorías y apelando a las formas más despiadadas de acumulación de riqueza, ha dejado lo largo y ancho del país enormes pasivos ambientales y sociales; sirviéndose para ello del propio Estado que ha sido cooptado a través de la privatización de todas sus instancias especialmente de aquellas llamadas de representación ciudadana. Lo cual, por contrapartida pone en primer plano las luchas que adelanta Serraniagua que cotejamos con algunas de las luchas locales que se dan hoy por todo el mundo y que por sus temas comunes, por la radicalidad, factibilidad de sus propuestas —a pesar de su fragilidad y lo incipiente que estas pueden ser— contribuyen a afirmar, por una parte, su pertinencia y universalidad y, por otra, a desvirtuar la idea, que ha ganado gran credibilidad sobre todo a partir de los años 80 del siglo XX incluso entre intelectuales y políticos progresistas, de que no hay alternativa al capitalismo, especialmente en su salvaje versión actual neoliberal y al tiempo ponen de presente que el predominio del capitalismo no reduce la amplitud de posibilidades de concebir y organizar la vida con base en principios no capitalistas que son posibles de concebir y realizar si la inagotable capacidad de creación de la imaginación humana se pone al servicio de la emancipación social.
PALABRAS CLAVES: Organizaciones sociales, heteronomía, autonomía, patrimonio territorial, emancipación social.